Este aceite es conocido por dársele a los niños en el pasado. Una cucharita de este aceite al día te proporcionaba un aporte extra de vitaminas A y D. Hoy analizaremos este mito y veremos si lo tomabais en vano o no.
Como ya dijimos, este aceite contiene importantes cantidades de vitamina A y D, que inmediatamente se relaciona con algo bueno. Lo cierto es que, a no ser que vivamos en lugares especialmente alejados del buen tiempo, el cuerpo debería obtener suficiente vitamina D a partir del Sol y de la ingerida gracias a una dieta equilibrada, sin necesidad de ningún tipo de suplemento. Además, es curioso como este aceite se le daba a los niños pero en cambio son los adultos los que necesitan una mayor ingesta de esta vitamina (ver Vitamina D en MedlinePlus). En cuanto a la vitamina A, aunque últimamente parece que se ha reducido, hay estudios que indicaban que las cantidades de vitamina A en el aceite de hígado de bacalao comercializado eran demasiado altas (ver estudio).
Aunque no pude encontrar suficientes pruebas científicamente aceptables como para concluir si el consumo de este aceite provoca consecuencias positivas, negativas o neutras en la persona, me gustaría aclarar un aspecto: más no siempre es bueno. De esta forma, un exceso de vitamina D puede provocar un exceso en la absorción de calcio por parte de la sangre, lo que puede llevar a depósitos de este mineral en el corazón o en los pulmones, daños y cálculos renales, confusión, desorientación, estreñimiento, pérdida de peso,... Por otro lado, un exceso de vitamina A puede causarnos náuseas, mareos, dolor óseo, daño hepático y renal, retraso en el desarrollo de los bebés... (ver Hipervitaminosis A en MedlinePlus). El metabolismo de estos minerales, y de cualquier sustancia, es muy complicado, y hay que tener un buen entendimiento del mismo para saber cuándo es peligroso o no. Por ello, mi recomendación es preguntarle al médico si necesitas suplementos de estas vitaminas, y cuáles te recomienda.
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