¿Pero podemos confiar en ellos? En esta entrada y sucesivas, os iré relatando motivos por los cuales no deberíamos creer en ellos.
Primero de todo, decir que el éxito de los horóscopos se basa en que, por lo general, la gente afirma estar satisfecha con su horóscopo. Nos cuadra nuestra personalidad, nos cuadran sus predicciones pero... ¿qué es lo que sucede realmente?
Realmente, todo lo que nos dice el horóscopo es, aunque no nos demos cuenta, tan genérico que cuadraría con cualquiera. De esa forma, todo el mundo está contento con el suyo.
Realmente, todo lo que nos dice el horóscopo es, aunque no nos demos cuenta, tan genérico que cuadraría con cualquiera. De esa forma, todo el mundo está contento con el suyo.
En este vídeo se relata precisamente esto. James Randi se dirige a una clase de alumnos. Les reparte una tarjeta a cada uno en la que se describe su personalidad según su horóscopo. Después, les pregunta cómo de satisfechos, del 1 al 5, están con esa descripción de ellos mismos. Todo el mundo se decanta por el 4 o el 5. Se puede concluir que la clase se sentía satisfecha. Pero el experimento no acaba aquí. James Randi les manda pasar la tarjeta al compañero de atrás, y coger la del de delante y a continuación les pide que lean su nueva tarjeta. Los alumnos sorprendidos descubren que la tarjeta de su compañero era la misma que la suya. Todos tenían la misma tarjeta, y todos se sentían satisfechos con lo que ponía.
Por esto, y posteriores razones que publicaré, concluyo que:
¡Los horóscopos son ciertos!
¿Qué opináis vosotros?
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