A muchas de nosotras nos encanta ir con nuestras uñas pintadas de algún color mono, sobre todo en ocasiones especiales. Pero, ¿Qué hay de aquellas que las llevan pintadas siempre?¿Creéis que abusar de pintauñas puede ser perjudicial para nuestra salud?¡Aquí os lo resolvemos!
Pues bien, las últimas noticias no son muy positivas. El Departamento de Control de Sustancias Tóxicas de California notificó en 2012 que algunos esmaltes comercializados como saludables, es decir, sin sustancias tóxicas para el organismo, continúaban conteniendo formaldehído, ftalato de dibutilo y tolueno, todas ellas cancerígenas, sin especificarlo en su etiqueta. Sin embargo, la dermatóloga Rosa Ortega, de la Agencia Española de Dermatología y Venereología, considera que en España se pasan controles sanitarios exhaustivos y no hay de que preocuparse. Las empresas dedicadas a la creación de lacas de uñas llevan años intentando eliminar estas tres sustancias, por lo que la Unión Europea prohibió el uso de este trío de cancerígenos.
Las lacas de uñas no son perjudiciales y pintarse las uñas tampoco. En las antiguas Grecia y Roma las mujeres llevaban las uñas pintadas como símbolo de estatus social. Sin embargo, hoy en día no existe diferencia de clases entre todas las chicas que se pintan las uñas.
Los pintauñas no son malos y pintarse tampoco. Por algo será que esta costumbre se remonta a los orígenes de la humanidad. Cleopatra lo hacía de rojo oscuro y Nefertiti prefería el tono rubí. También en la antiguas Grecia y Roma las mujeres lucían las uñas como símbolo de estatus social.
La realidad es que un 6,6% de las mujeres presentan alergias a algún componente de los esmaltes , bien con eccemas en párpados, cuello o boca, por lo que es difícil establecer la relación. La asociación se produce porque son zonas que solemos tocar con nuestras manos.
Nuestras uñas no sufren más por estar pintadas, sino que puede ser beneficioso. Según un estudio de la mayo Clinic de Estados Unidos aplicar esmalte trasnparente puede ayudar a menter la humedad de las uñas. En cuanto al daño más frecuente que se produce en las uñas, es el cambio de color de éstas , especialmente con lacas de uñas oscuras, ya que son agresivas y tienen sustancias químicas que pigmentan la uña y la debilitan. Todo ello, lo podemos remediar usando una base que las hidrate y protega correctamente. En caso de encontrarnos las uñas amarillas, las dejaremos descansar y no las pintaremos durante unos días. Diversos dermatólogos recomiendan usar quiesmaltes sin acetona , ya que ésta quema y pigmenta la uña.
Sin embargo, las uñas postizas son otro cantar. En el caso de las uñas de porcelana, las sustancias adherentes que empleamos son muy agresivas y dañan fácilmente las uñas. Respecto a las uñas de gel, hay estudios que demuestran que el uso de rayos UVA en las manicuras permanentes puede favorecer el aumento de cáncer. No hay de qué preocuparse si utilizamos este medio ocasionalmente, pero hay que tener en cuenta que hacemos que nuestras uñas sean más finas, pierdan brillo y dureza.
Por último, cabe destacar que si hacemos un abuso de las uñas postizas, tapamos constamente nuestras uñas, que son un reflejo de nuestro estado de salud.
En conclusión, pintarse las uñas no es malo, pero hacerlo en exceso, como todo, puede resultar perjudicial.
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