La depilación láser desde hace unos años ha ido conquistando cada vez más, a más y más mujeres y hombres. Este método, a diferencia de otros tradicionales, consigue un resultado definitivo, aunque no siempre cumple con las expectativas esperadas. Los especialistas insisten en que esta técnica debe realizarse por profesionales formados y experimentados, ya que conlleva algunos riesgos. ¿Es cierto que tiene riesgos este método?¿ De qué riesgos hablamos? ¡Aquí os lo resolvemos!
Los principales riesgos del láser son las quemaduras de primer grado y los cambios de color de la piel, apareciendo manchas oscuras o claras. Más allá de estos efectos secundarios, se han registrado algunas reacciones extremas provocadas por algunos anestésicos que utilizan los pacientes para aliviar las molestias de la depilación. Expertos afirman que los posibles riesgos son la intolerabilidad al preparado, y en caso de aplicarla en zonas muy extensas, puede ser que parte del anestésico llegue al torrente sanguíneo.
En Julio de 2008, se registró el caso de una mujer de 23 años, que tras aplicarse una crema anestésica en las piernas para someterse a una sesión de depilación láser, empezó a sufrir síntomas de metahemoglobinemia con mareos, somnolencia, lenguaje torpe y lento, una enfermedad que se puede producir por agentes tóxicos como anestésicos. El producto anestésico que había utilizado estaba compuerto por lidocaína y prilocaína. Por ello, es fundamental que sea el médico quien recete estos fármacos tras una buena historia clínica y una dosis adecuada.
La eficacia y los riesgos del depilado dependen de la zona tratada, siendo la facial la más delicada. Curiosamente, en Nueva Jersey sólo se permite eliminar vello en cara, cuello, brazos, torso y piernas, debido a quejas por los daños de la depilación genital, ya que la mucosa púbica carece de protección.
Otro riesgo del láser es que al usarlo, se estimula el crecimiento de pelo nuevo en la zona contigua. Por ello, el láser en la cara sólo se aconseja cuando el pelo es claramente visible y negro.
Por otro lado, existen zonas donde el crecimiento del pelo depende de las hormonas, por lo que aunque se elimine el vello, no se puede evitar que salga más en el futuro, como ocurre en el canalillo, las areolas, la línea alba y la zona lumbar de las mujeres y tórax y espalda de varones. Las mejores zonas para tratar con el láser son las que no están influenciadas por hormonas, como ingles, axilas, muslos, piernas y antebrazos.
En conclusión, la depilación láser debe ser realizada por profesionales médicos que cumplan reglamentos que garanticen las máximas condiciones de seguridad.
¡Feliz jueves y hasta mañana!
No hay comentarios:
Publicar un comentario