Cuando decimos que queremos encontrar a nuestra media naranja o lo que es lo mismo, nuestra alma gemela, viene de la creencia de que todos tenemos una persona que encaja con nosotros a la perfección y que el destino hará que encontremos.
En esta entrada hablaremos sobre el origen del mito.
Para encontrar el origen del mito de la media naranja debemos mirar unos siglos atrás, hasta llegar a Grecia en el S VI a.C. El que propició este mito no fue ni más ni menos el mismísimo Platón en una historia que narra en su obra "El Banquete".
Aquí os dejo el mito del Androgino:
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Tiempo atrás, la naturaleza humana era muy diferente a tal y como la conocemos. Para empezar, los hombres tenían una forma distinta: "tenían formas redondas, la espalda y los costados colocados en círculo, cuatro brazos, cuatro piernas, dos fisonomías, unidas a un cuello circular y perfectamente semejantes, una sola cabeza, que reunía estos dos semblantes opuestos entre sí, dos orejas, dos órganos de la generación, y todo lo demás en esta misma proporción." Y había tres tipos de seres humanos: el sexo másculino; producido por el sol, el femenino; producido por la tierra; y el androgino, compuesto por un hombre y una mujer pegados; compuestos por la tierra y el Sol.
Los cuerpos eran robustos y vigorosos, además su forma esférica les concedía un gran poder. Siendo conscientes de su poder, se atrevieron a escalar el cielo para combatir con los dioses.
Zeus, enfurecido, les impuso un castigo por atreverse a desafiarlo: "Los separaré en dos; así se harán débiles y tendremos otra ventaja, que será la de aumentar el número de los que nos sirvan; marcharán rectos sosteniéndose sólo en dos piernas, y si después de este castigo conservan su impía audacia y no quieren permanecer en reposo, los dividiré de nuevo, y se verán precisados a marchar sobre un solo pie"
Luego, mandó a Apolo para que curase las heridas. Una vez hecha la división, cada mitad hacía su mayor esfuerzo, desesperados, para encontrar su otra mitad que le había sido separada y cuando se encontraban, ambas se abrazaban y se unían, deseando volver a ser una unidad. Tal era su desasosiego de volver a ser uno que llegaban a perecer de hambre abrazadas la una a la otra pues no querían hacer nada por separado.
Tiempo atrás, la naturaleza humana era muy diferente a tal y como la conocemos. Para empezar, los hombres tenían una forma distinta: "tenían formas redondas, la espalda y los costados colocados en círculo, cuatro brazos, cuatro piernas, dos fisonomías, unidas a un cuello circular y perfectamente semejantes, una sola cabeza, que reunía estos dos semblantes opuestos entre sí, dos orejas, dos órganos de la generación, y todo lo demás en esta misma proporción." Y había tres tipos de seres humanos: el sexo másculino; producido por el sol, el femenino; producido por la tierra; y el androgino, compuesto por un hombre y una mujer pegados; compuestos por la tierra y el Sol.Los cuerpos eran robustos y vigorosos, además su forma esférica les concedía un gran poder. Siendo conscientes de su poder, se atrevieron a escalar el cielo para combatir con los dioses.
Zeus, enfurecido, les impuso un castigo por atreverse a desafiarlo: "Los separaré en dos; así se harán débiles y tendremos otra ventaja, que será la de aumentar el número de los que nos sirvan; marcharán rectos sosteniéndose sólo en dos piernas, y si después de este castigo conservan su impía audacia y no quieren permanecer en reposo, los dividiré de nuevo, y se verán precisados a marchar sobre un solo pie"Luego, mandó a Apolo para que curase las heridas. Una vez hecha la división, cada mitad hacía su mayor esfuerzo, desesperados, para encontrar su otra mitad que le había sido separada y cuando se encontraban, ambas se abrazaban y se unían, deseando volver a ser una unidad. Tal era su desasosiego de volver a ser uno que llegaban a perecer de hambre abrazadas la una a la otra pues no querían hacer nada por separado.
Zeús, movido por la compasión, se le ocurrió poner en la parte anterior los órganos reproductores y así la concepción se realiza mediante la unión del varón y la hembra.
De aquí procede el amor que tenemos naturalmente los unos a los otros; pues nos recuerda nuestra naturaleza primitiva y hace esfuerzos para reunir las dos mitades y para restablecernos en nuestra antigua perfección.
De aquí procede el amor que tenemos naturalmente los unos a los otros; pues nos recuerda nuestra naturaleza primitiva y hace esfuerzos para reunir las dos mitades y para restablecernos en nuestra antigua perfección.
Bibliografía usada: Aquí
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